Con un cerebro que procesa imágenes visuales 60.000 veces más rápido que la información verbal, la primera impresión que causás en los demás, es determinante.

Recordá la última vez que te presentaron a una persona.

¿Fue en un contexto de amigos? ¿fue en tu trabajo, en una ocasión de networking? ¿Acaso fue una primera cita?
El contexto no es importante, porque el fenómeno del que quiero hablarte se manifiesta en toda oportunidad: y aún cuando intentás desapegarte de todo prejuicio en relación con la imagen personal (“nunca juzgues a un libro por su tapa”), y huir de los estereotipos… en aproximadamente 7 segundos, y prácticamente sin que te dieras cuenta ni puedas explicarte cómo, llegaste una o más de las siguientes conclusiones sobre esa persona:

Me gusta, o no,
Es confiable, o no,
Tiene personalidad, o no,
Es competente, o no,
Está nerviosa, o no,
Es educada, o no,
Es cálida o fría, y
Puedo establecer empatía con ella, o no.

Este mecanismo inconsciente fue ampliamente estudiado por la psicololgía y la sociología, y los investigadores bautizaron esta capacidad de nuestro cerebro como Thin Slicing (Rebanado Fino), y que consiste, precisamente en el proceso complejo mediante el cual generamos una idea inmediata a partir de un número pequeño de datos, en base a los estímulos sensoriales que recibimos, ayudados por nuestras emociones.
Si bien no somos capaces de indicar exactamente cuáles son los factores que influyen en la elaboración de nuestras conclusiones sobre esa persona, están presentes uno o más de los siguientes estímuloss:

TU ROPA Y ACCESORIOS: ¿qué refleja lo que te pusiste hoy? ¿es acorde con tu estilo, contexto, y edad? ¿comunica lo que deseás?

TUS GESTOS: tu postura corporal, la forma en que das la mano, abrazás, o te movés, habla de tu propia identidad. ¿Qué postura tenés, habitualmente? ¿La chequeás? ¿Esa postura habitual, es la misma que tenés cuando te mirás al espejo?

TU MIRADA: Somos una especie altamente visual, y la mirada es un arma poderosa, que transmite mucha información a nuestro interlocutor. ¿Mirás a los ojos de quien estás hablando?

TU VOZ: Desde lo auditivo, es un arma poderosa. Es también parte de tu identidad, transmite emociones, ideas de calidez o frialdad, indiferencia, competencia, apertura, y sinceridad.

TUS PERFUMES: el olfato del interlocutor también es clave para generar sensaciones agradables y positivas, o todo lo contrario.

Claramente, el mismo mecanismo se dispara en los demás, cuando te conocen por primera vez, y esa primera impresión es decisiva porque sobre esa base, tus observadores tomarán decisiones importantes en relación con vos: ¿te comprarán, o no? ¿les gustará verte nuevamente, o no? ¿te elegirán para esa posición, o no?

Cuando trabajás para producir una buena primera impresión, evitás que las personas te juzguen sin conocerte.
Una buena primera impresión, te abre la puerta a la oportunidad que estás buscando, de darte a conocer con todo tu potencial, lo competitivo que sos, y lo bueno que tenés para dar.

¿Qué estrategia vas a elegir?